Dante está hecho un terremoto de felicidad.
Desde el primer momento convive rodeado de compañeros, hembras y machos, de los que siempre está pendiente para arrancarles un juego.
Pese a ser bastante enérgico, pasea súper bien con la correa y es obediente.
Con personas es todo amor, simpático y cariñoso.
Dante es demasiado joven para acostumbrarse a que el refugio sea su hogar. ¿Le buscamos una familia?
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .